La segunda edición celebrada este sábado ha sido la encargada de abrir el calendario de pruebas deportivas 2025 y ha convertido a la provincia en el epicentro del ciclismo mundial.
El Gran Premio Castellón – Ruta de la Cerámica ha llenado este sábado de espectáculo y emoción los pueblos y carreteras de Castellón. La prueba ciclista internacional, de categoría 1.1, impulsada por la Diputación de Castellón, y que forma parte del calendario europeo de la UCI (Unión Ciclista Internacional) ha brindado a todos los amantes del ciclismo una experiencia única.
“Miles de castellonenses hemos disfrutado de una jornada de ciclismo de élite en un escenario incomparable”, ha destacado la presidenta de la institución provincial, Marta Barrachina, quien ha señalado que “la provincia de Castellón ha demostrado ser, de nuevo, una anfitriona excepcional, siendo una oportunidad única para mostrar al mundo la belleza de nuestra tierra y promocionar la cerámica”.
Hoy Castellón se ha convertido en el gran escenario deportivo del Mediterráneo, “hemos sido el epicentro del ciclismo mundial, y lo hemos sido mostrando lo mejor de nosotros mismos”, ha resaltado la dirigente provincial, después de vivir desde dentro una carrera que ha dado a conocer “la esencia de una provincia única, de mar y montaña”.
“Este Gran Premio es un reflejo de lo que somos capaces de lograr juntos: promocionar Castellón como destino infinitamente único, tanto desde el punto de vista deportivo como turístico y cultural”, ha expresado la presidenta Marta Barrachina.
La segunda edición celebrada este sábado ha sido la encargada de abrir el calendario de pruebas deportivas 2025 y ha convertido a la provincia en el epicentro del ciclismo mundial.
En cuanto al desarrollo de la prueba, con salida en el Paseo Ribalta de Castellón y meta en el Museo del Azulejo de Onda, ha recorrido trece términos municipales, pasando por Borriol, Cabanes, Vall d’Alba, Benlloch, Torre d’en Doménec, la Serratella, Albocàsser, Vilafamés, Sant Joan de Moró, l’Alcora, Ribesalbes, Sueras y Tales. “Un total de 171,7 kilómetros que los ciclistas han recorrido por nuestra provincia y que ha permitido mostrar al mundo los paisajes de Castellón, una tierra dual, de mar y montaña”, ha señalado la presidenta de la Diputación de Castellón
Los ciclistas han luchado contra sus rivales, en un recorrido exigente y vibrante, y los castellonenses han disfrutado de este espectáculo deportivo de primer nivel. Desde el punto de partida, en el Paseo Ribalta de Castellón, la carrera se ha dirigido hacia la urbanización de la Coma. En el kilómetro tres, se ha ascendido el Alto de la Coma, puerto de tercera categoría puntuable para el premio de la montaña y que ha permitido formarse la fuga de la jornada antes de llegar a Borriol.
Tras su paso por esta localidad de la Plana Alta, los más valientes que se han adelantado al pelotón principal han seguido hasta Cabanes, para después atravesar Vall d’Alba en una primera ocasión en el kilómetro 29,2 para disputar la primera Meta Volante, y de nuevo en el kilómetro 98,1 para la segunda Meta Volante. Entre medias, los corredores han ascendido el Alto de la Serratella (km 61,5) de segunda categoría.
El pelotón se ha dirigido entonces a Sant Joan de Moró para la tercera Meta Volante (km 123) y tras atravesar l’Alcora se ha dirigido al embalse de Ribesalbes, zona muy curvada, pero en la que los ciclistas han incidido la escapada.
Y, tras atravesar diferentes municipios y núcleos cerámicos, los ciclistas han llegado a Onda en una primera ocasión en el kilómetro 155 aproximadamente. A los ciclistas les restaba tras ese primer paso por Onda la subida al Collado de Ayódar (segunda categoría), pero los ciclistas han sabido equilibrar su potencial y superar con éxito estos kilómetros exigentes para llegar con fuerza a Onda y afrontar una rampa final de 250 metros al 12% de pendiente media hasta alcanzar la meta de esta segunda edición del Gran Premio Castellón – Ruta de la Cerámica que, “se ha convertido en tan solo dos años en un referente del ciclismo”, ha concluido Marta Barrachina.